Y si un lindo día resolves probar tu puntería. Agarras un rifle, carga el arma con munición suficiente, pones en filas algunas latas y comenzas a disparar. El primer tiro, fuera, según tiro, en el blanco! tercer tiro... Epa, se trabo.
Esta historia ocurrió, pero el afortunado del vídeo — para no llamarlo de otra cosa — decidió verificar lo que había ocurrido con el proyectil que quedó trabado, apuntando el rifle hacia su propio rostro! Este tipo se salvo por un pelo !
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